PEARSON, hizo guías de lectura cuyo objetivo prioritario, era ayudar a los estudiantes a desarrollar su propia competencia lectora favoreciendo su interés global por la literatura. Quería que los niños, fueran capaces de comprender las lecturas por ellos mismos.
Los estudios internacionales que se encargan de la evaluación lectora de niños (PIRLS) y jóvenes (PISA) definen la competencia lectora como la “habilidad para entender y usar las formas del lenguaje escrito requeridas por la sociedad y/o valoradas por el individuo.” Afirman que “los lectores jóvenes pueden obtener significado de una variada gama de textos. Leen para aprender, para participar en comunidades de lectores y para entretenimiento propio.”
El lector aporta a la comprensión todos sus conocimientos previos: estrategias de lectura, esquemas de pensamiento, sistema de valores, conocimientos sociales, culturales, etc… que se suman al significado literal del texto para llegar a comprender aquello que han leído.
Comprender significa INTERPRETAR lo leído a partir de unos conocimientos, unas intenciones y unas expectativas intelectuales y/o afectivas (Moreno, 2003).
Una de las formas de hacer que los niños se sientan motivados a la hora de leer un texto o cuento, es plantear una serie de preguntas que permitan a los estudiantes enfocar su atención y su memoria (a corto, a medio y a largo plazo) investigando, relacionando, analizando, respondiendo y concluyendo sobre el texto y sobre su propia interpretación de lo leído.
La mayoría de los niños a la hora de leer no se sienten identificados con lo que están leyendo, y sólo ven una gran cantidad de letras que no les dicen nada, por lo que no les llenan en absoluto. Lo más importante de todo es que los niños, sean capaces de identificarse con aquello que están leyendo, esto hará que se sientan atraídos a la lectura.
Las guías para el trabajo lector deben motivar en lugar de desanimar a los alumnos y alumnas. No pueden dar la sensación de “tarea a completar” o de “tarea a evaluar” que los asemejen a las actividades del libro de texto de Lengua y Literatura.
¿Cómo podemos hacer que nuestros alumnos se sientan motivados con lo que están leyendo?
Tenemos que tener en cuenta que lo más importante es que los niños sean capaces de identificarse con aquello que están leyendo. Los niños deben leer aquello que les guste y deben sentirse bien cuando lo hacen.
Es aconsejable que los niños lean tanto en voz alta como en voz baja. Lo primero sería leerlo en voz baja pues esto les daría seguridad al saber de qué va el tema que van a leer posteriormente en voz alta.
Es importante respetar el proceso de aprendizaje de cada alumno y dar una prioridad absoluta a la lectura comprensiva y a hacer de la lectura una actividad entretenida que no suponga ningún tipo de ansiedad para el alumno.
También hay que destacar la facilidad con la que los centros educativos eligen los famosos libros de lectura que los alumnos deben leer para, posteriormente, realizar una serie de actividades o pruebas escritas; convirtiéndose la lectura, de esta forma, en una obligación carente de interés para el alumno.
Si a esta concepción de la lectura como obligación, le añadimos el aburrimiento que despiertan en los niños las lecturas que, en la mayoría de los casos, se les proponen desde la propia escuela; nos encontramos con que, muy pronto, los alumnos comenzarán a alejarse de unos libros que no les aportan ningún tipo de diversión o placer. Por eso tenemos que saber elegir bien qué tipo de libros deben leer nuestros alumnos y pensar en ellos a la hora de mandarlos.
Por supuesto la familia aporta mucha ayuda a la hora de que los niños lean. Está comprobado que si en casa se genera un ambiente favorable para que los niños lean, suelen crearse grandes lectores. Esto puedo confirmarlo por experiencia propia, tú mismo tienes ganas de leer si en tu casa se respetan los silencios que se necesitan a la hora de leer, pues normalmente se necesitan para poder concentrarte en la lectura. Por eso es importante que se fomente en su entorno.
¿Qué condiciones se deben cumplir para hacer una buena animación lectora?
Es conveniente a la hora de realizar animaciones tener en cuenta algunas ideas básicas que deberemos tratar de cumplir siempre que nos sea posible.
• Debe utilizarse un libro completo, no un fragmento.
• Debe presentarse el libro: título, autor, ilustrador, traductor, editorial..., adaptando la información a la edad del niño.
• Después de la lectura del libro, debe haber una puesta en común donde los niños expresen lo que más les ha gustado del libro de forma espontánea, sin que el animador trate de que descubran lo que él ve en el libro.
• Podemos repetir la animación siempre que utilicemos un libro distinto. No podemos hacer dos animaciones diferentes con el mismo libro.
• Las animaciones necesitan continuidad, no deben convertirse en algo aislado. Tienen que ser programadas pensando en todo el curso (una al trimestre puede resultar adecuado).
• Las animaciones serán más efectivas si se comienzan a realizar en los primeros niveles (Educación Infantil) y se siguen realizando a lo largo de toda la Primaria.
• La animación a la lectura debe ser activa: el niño escucha, lee, juega, observa, se mueve...
• La animación debe ser participativa: el niño debe ser protagonista. El animador vigilará que todos intervengan, teniendo especial cuidado en la participación de los niños más retraídos.
• La animación debe ser voluntaria: el niño debe querer participar. Nunca debe convertirse en una actividad más de clase, es algo distinto que tiene que ver más con la diversión y el juego. No debe preocuparnos si al principio no todos los niños leen el libro y participan en la animación. Cuando los niños no lectores vean lo divertido que puede resultar, se irán incorporando a las animaciones. Es normal y conveniente que después de realizada la animación los niños vuelvan a leer el libro de manera voluntaria profundizando en la lectura con las pistas que la animación les ha proporcionado.
• La animación no es competitiva: no se trata de ganar o perder, no hay notas ni calificaciones. El animador alabará los aciertos, pero quitará importancia a las equivocaciones. Procurará invitar a los niños a ayudar a los compañeros que no sepan.
• Se pueden realizar en cualquier lugar: biblioteca pública o escolar, aula, hogar...
• En las animaciones que así lo precisen será necesario que el niño haya leído en su totalidad el libro fijado. El niño lo llevará bien o mal leído, pero con una lectura completa.
• Es conveniente que los libros elegidos para hacer animaciones tengan un nivel de lectura ligeramente inferior al de los participantes, con el fin de que todos los niños se sientan capaces de leer el libro.
¿Qué objetivos tiene la animación lectora?
Como objetivo general se pretende desarrollar en el niño el hábito lector, de manera que la lectura se convierta en una actividad placentera elegida libremente.
Pero al mismo tiempo también buscamos alcanzar objetivos más concretos:
• Que descubra el libro físicamente, iniciándose de forma paralela en el lenguaje de la imagen.
• Que relacione lo oral y lo escrito dando paso a la lectura como un ejercicio posterior.
• Que los niños desarrollen la capacidad de escuchar, comprender y retener.
• Que comprenda lo que dice el libro completo.
• Que desarrolle su capacidad analítica y creativa: repetir y recrear a partir de lo contado.
• Que evolucionen de una lectura pasiva a una activa, incorporando este aprendizaje en su vida cotidiana.
• Que logren otras formas de comunicación no estereotipadas a partir de la recreación y la invención.
• Que reflexionen sobre los valores y actitudes que encierran los libros con espíritu crítico.
• Que el niño descubra la diversidad de los libros.
• Que conozcan otras experiencias diferentes a las que ellos han vivido.
• Que les sirva la lectura como estímulo para superar los propios problemas.
• Ampliar su visión del mundo, abrir su mente a otras realidades y culturas, con actitud de respeto.
• Que se introduzca al niño en la literatura a través de la lectura: que pueda comprender, que además pueda gozar y que le permita reflexionar.
¿Cuáles son las cualidades del lector?
Debe ser un buen lector. No puede trasmitirse lo que no se vive.
• Conocedor de la psicología infantil.
• Conocedor de la literatura infantil. Autores, libros, colecciones y corrientes.
• Debe estudiar la técnica que va a utilizar:
• ¿Cuál es la más adecuada?
• ¿Con qué libro puede llevarse a cabo?
• ¿Qué objetivos nos proponemos?
• Elaborará el material necesario. Es útil que, además del material que precise cada animación, se prepare una clave.
• Realizará una evaluación después de cada animación para estudiar las dificultades y la consecución de objetivos.
• Debe programar las animaciones.
• Es necesario que olvide su propia lectura del libro y dejar que el niño haga su lectura.
• Creará un clima favorable en cada animación.
¿Qué dificultades se nos presentan a la hora de aplicar las técnicas de animación a la lectura?
En el Primer Ciclo de Primaria y en Educación Infantil las dificultades apenas existen, pues al no tener que leer los niños el libro y presentarse como un juego todos quieren participar.
En el Segundo y Tercer Ciclo de Primaria las dificultades son mayores, sobre todo en las animaciones en las que es necesaria la lectura previa del libro, con lo que en principio, y debido a su carácter voluntario, sólo los que ya tienen una inclinación a la lectura serán los que deseen participar. Varias estrategias nos permiten ir incorporando a los alumnos y alumnas menos motivados:
• Dejar que se queden y participen del juego aunque no hayan leído el libro. Los comentarios que hacen sus compañeros sobre el libro, lo divertido del juego que se realiza después, llegan a hacer que muchos pidan el libro para leerlo, o se animen a leer el libro que se presente para la siguiente animación.
• Marchar a la biblioteca con los alumnos que han leído el libro dejando a cargo de su profesor a los que no lo han leído.
• Es más ameno realizar el comentario de un libro y el juego de animación que una clase normal. Esta reflexión también hace que los alumnos y alumnas se decidan a leer el libro en la siguiente animación.
De todas formas siempre quedan algunos alumnos y alumnas a los que resulta muy difícil motivar, y será a través de un seguimiento más individual sobre sus gustos lectores, y analizando las dificultades que pueden tener en la lectura, como conseguiremos que paulatinamente vayan cogiendo gusto a la lectura.
http://www.educarm.es/templates/portal/ficheros/websDinamicas/154/Primaria-Gu-%C3%86a%20de%20lectura%20primaria%20el%20Capit-%C3%A7n%20Calz%20oncillos%20por%20M-%C2%AC%20Dolores%20Andreu%20Garci%C2%A6%C3%BCa.pdf
http://www.plec.es/archivos/experiencias/Lectura_productiva_CP_E-Sanchez_Tamargo.pdf
http://sol-e.com/plec/documentos.php?id_seccion=6&id_documento=31&nivel=Primaria
Si tenemos en cuenta que lo que más le puede gustar a un niño de edad temprana es jugar, lo lógico es intentar centrar la actividad en el propio juego; pero siempre, en busca de unos objetivos concretos como pueden ser el de desarrollar la comprensión lectora.
A través del juego, podemos hacer que aprendan de forma amena, que se diviertan, que aprendan de forma significativa y por encima de todo podemos lograr que les guste la lectura y que deje de ser algo aburrido.
Existen cinco tipos de juego.
Juegos para acercarse al libro y la biblioteca
Juegos para comprender
Juegos para mejorar las habilidades lectoras
Juegos para descubrir un libro
Juegos para recrear la lectura
1.- Juegos para acercarse al libro.
Son actividades para conseguir que los niños se acerquen por primera vez a los libros, a la lectura. Un ejemplo, serían los cuentacuentos, allí los niños no tienen que leer sino que se los leen, por lo tanto ellos únicamente disfrutan del cuento que le están contando. Debe mantenerse en Primaria, con textos breves, elegidos según los gustos de nuestros alumnos.
2.- Juegos para comprender.
Hay a muchos niños que no les gusta leer, por el esfuerzo que conlleva la lectura para ellos, esto suele deberse a que no entienden lo que están leyendo. También suele deberse a que los padres, no refuerzan el que los niños lean por lo que los niños no se sienten atraídos por los libros. Si queremos animar a la lectura de forma eficaz, debemos, primero, conseguir una buena comprensión lectora. Lo que más nos interesa es que los niños tengan una comprensión global de lo que han leído.
3.- Juegos para mejorar las habilidades lectoras.
Son los más técnicos. Son los más abandonados en el aula, ya que se hace hincapié en la comprensión pero no en la capacitación mecánica. Cuando el niño mejora estas habilidades, mejora su fluidez y su eficacia lectora. Hay que trabajar la lectura en voz alta y silenciosa de las dos maneras.
4.- Juegos para descubrir un libro.
Lo más importante es conocer varios libros para poder elegir el que más te guste, para ello, se puede leer un fragmento en la parte más interesante, para que los niños se sientan atraídos por el libro. Creando así la necesidad de leer y la curiosidad por saber que va a pasar.
5.- Juegos para recrear la lectura.
Son actividades que se realizan posteriormente a la lectura, convierten a los estudiantes en autores y les permite ponerse en el lugar del protagonista de la historia, lo que les ayuda a comprenderlo.
También es importante que las actividades promuevan la participación del alumnado y permitan un pensamiento divergente en el que el propio niño pueda dar varias respuestas alternativas para un mismo problema; pues, así, su participación se hará de forma voluntaria y sin miedo a equivocarse, fomentando también el desarrollo de la creatividad y perdiéndose el miedo a la lectura.
¿Qué aspectos se deben trabajar?
En primer lugar, será importante desarrollar la competencia lectora de los alumnos; pues a partir de ahí podrán valerse por sí mismos para acercarse al mundo de la literatura.
Para ello, en la lectura es importante incidir en la extracción de información específica y explícita del texto para garantizar la comprensión global del mismo; aunque también será importante la realización de inferencias lógicas y posterior interpretación e integración de las ideas e informaciones fundamentales que se extraen de la lectura.
Esto le permitirá desarrollar su propia interpretación del texto que, normalmente, tendrá un sentido diferente para cada persona en función de sus conocimientos, sentimientos, vivencias y su forma de ver el mundo. Pero hay que tener en cuenta que esto no se puede quedar como una simple tarea comprensión, sino que cada individuo deberá reflexionar, sobre todo aquello que está leyendo.
La animación lectora, tal y como hemos visto anteriormente en los juegos, permite que se desarrolle la imaginación del lector.
Con las actividades de animación lectora, los niños experimentan, buscan, comparan y llegan a desarrollar la comprensión. Al tener diversas informaciones los niños tienen que aprender a desenvolverse y enriquecen su vocabulario y mejoran su capacidad de expresión. Además conocen las ideas de sus otros compañeros y lo que ellos piensan los que les permite enriquecerse. Llegan a comprender que existen diversas opiniones igual de validas y que por lo tanto deben respetarlas, por lo que aprenden valores como el respeto.
Las actividades de la lectura se encuentran divididas en tres:
Las actividades anteriores a la lectura.
Las actividades de prelectura están diseñadas para motivar el interés de los estudiantes, activar conocimientos anteriores o enseñar nuevos conceptos y nuevo vocabulario.
Tienen que estar enfocada al libro que se va a leer. Tenemos que atraer al niño para que tenga ganas de leer la historia. Eso se puede hacer a través de la portada, el título de la obra y con juegos que hagan que el niño se sienta con ganas de leerlo Hay que despertar su interés, motivarlos, permitirles que realicen predicciones acerca del texto o libro que van a leer.
Además, también se pueden realizar actividades que propongan un acercamiento del futuro lector al autor de la obra, esta sería una gran experiencia pues aprenderían infinidad de cosas y por supuesto se les debería animar a que ellos lo intentasen.
Las actividades a realizar durante la lectura.
Las cuestiones se deben referir al propio texto; permitiendo a cada alumno vivir su propia lectura a través de los aspectos afectivos y emocionales que despierten en el propio individuo los hechos sociales y culturales, situaciones y circunstancias que se observan en la propia obra.
En este sentido, se deben realizar una serie de debates y actividades grupales que permitan a los alumnos recordar multitud de situaciones divertidas e interesantes que suceden en el libro, así como la realización de inferencias y predicciones acerca de aquello que han leído o de lo que creen que puede ocurrir en la obra.
Además, será importante que cada alumno aporte al grupo su propia interpretación de los hechos, argumentando los motivos que le han llevado a pensar de una determinada manera y conociendo las opiniones de sus compañeros de forma que se puedan establecer debates en los que se reflexione acerca de las acciones de los personajes y de las situaciones que ocurren en la obra.
Las actividades posteriores a la lectura.
Que deben realizarse siempre tras haber finalizado el libro; de manera que todas las incógnitas hayan sido desveladas, que el argumento se pueda analizar de forma global.
Es importante que los alumnos puedan realizar conclusiones acerca de la obra, que realicen valoraciones objetivas y subjetivas en relación a las situaciones que se dan en la obra y que argumenten la interpretación que hacen sobre los diferentes momentos de la obra, sobre las acciones que realizan los personajes o sobre cómo creen que se sienten dichos personajes en cada momento de la trama.
Finalmente, se pueden realizar pequeños debates para comentar la relación entre los diferentes personajes y los motivos que les llevan a actuar de una determinada manera, las causas y consecuencias de las situaciones que se dan en la obra o la creación de finales alternativos con los que, a pesar de ser actividades de creación, el niño se sienta un poco más cercano a la obra que ha leído.
Ahora está muy bien. Si quieres mejorar, echa un vistacillo a los blogs de tus compañeros que han desarrollado más profundamente las actividades durante y después de la lectura
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