martes, 10 de enero de 2012

Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca. Jorge Luis Borges

La Escritura Creativa, se diferencia de la escritura informativa en que tiene como finalidad el gozo estético. Su propósito principal es deleitar y conmover; contrario a la Escritura informativa, cuya finalidad es la de comunicar el dato objetivo en la forma más precisa posible. De ahí que la literatura se caracterice por su lenguaje subjetivo, ambiguo y lleno de imágenes evocativas. La Escritura Creativa es, por lo tanto, un intento de expresión del ser íntimo.

La enseñanza de La Escritura Creativa, debe tener como meta, el que los niños, sientan deleite al expresar su visión de mundo y sus sentimientos por escrito. La finalidad estética deberá prevalecer sobre cualquier consideración didáctica, aunque la misma estará (querámoslo o no) presente.

La escritura será verdaderamente creativa, en la medida en que se le dé al niño plena libertad para expresarse; y él sienta que al producto de su imaginación y fantasía, se le otorga la credibilidad y el respeto que le otorgamos a lo que acontece en el mundo real.

De la misma manera, que existe una Escritura informativa y una Escritura
Creativa, existe también un Lenguaje Oral Informativo y un Lenguaje Oral Creativo.

El lenguaje informativo, sea oral o escrito, busca la comunicación exacta del dato. Su función más elevada es la articulación de una verdad. Por otro lado, el lenguaje creativo, sea oral o escrito, busca la expresión estética, tanto en su forma como en su contenido. Su función principal es la de expresar belleza.

http://www.infopoesia.net/pdf/PRIMARIA-manual.pdf

Algunas de las ideas, por lo general compartidas, sobre las características de una propuesta de escritura creativa son:
• Propician una relación lúdica, experimental y estética con el lenguaje.
• Liberan el impulso inconsciente vinculado con el proceso creador, desbloquean el imaginario, y proponen el ejercicio consciente de habilidades creadoras.
• Activan operaciones mentales, propias del pensamiento divergente, es decir, aquel que pone en juego procesos irracionales, asociativos y generadores de diversas posibilidades alternativas.
• Parten de un estado de sensibilización frente al lenguaje y promueven la imaginación, entendida como la capacidad de captar imágenes y establecer tejidos y relaciones entre ellas para producir otras nuevas.
• Están sustentadas en prácticas y experiencias estéticas de lectura y escritura.
• Desechan todo uso instrumental del lenguaje dando lugar al juego de lo privado, de lo autónomo.
• Invitan a observar la realidad cotidiana desde nuevas perspectivas, a descubrir su belleza poética.
• Dan lugar a otras lecturas: las de lo no verbal, las previas a la letra, las lecturas del mundo y sus criaturas, la lectura de las formas y de los sonidos.
• Habilitan y enfatizan el valor de la oralidad, dan lugar a las gradaciones en el decir, a la mejora de la dicción y al disfrute de la sonoridad de la palabra: ingredientes que colaborarán a la hora de producir textos.
• Por lo general se ubican en el terreno de la escritura de ficción.
• Trabajan con consignas que son la clave para activar la imaginación y el proceso creador.
• Le dan un gran valor a la lectura, entendiéndola como proceso inherente a la producción escrita.
• Implican un trabajo grupal, un proceso de co‐construcción orientado por un coordinador o guía, en el cual las opiniones de los pares son fundamentales.
• Generan procesos escriturales que incluyen la revisión y reescritura de los textos.
• Constituyen una alternativa frente a la rigidez y normatividad del uso del lenguaje imperante en la escuela, y frente a la falta de sentido y de placer que acompaña una buena parte de sus prácticas de escritura.

Un tema sobre el cual varios enfatizan es que este tipo de propuestas contribuyen a que haya “mayor desinhibición en cuanto al manejo de la palabra escrita”, “soltura”, “pérdida del temor a la hoja en blanco”, “capacidad para jugar, experimentar con las palabras, divertirse”. Una fortaleza de estas propuestas está entonces en romper con el formalismo, la rigidez y la normatividad imperantes en la escuela, propiciando que los estudiantes se relacionen con el lenguaje de manera espontánea, confiada y gratuita.

No sólo cambian las actitudes, sino también las concepciones; la escritura deja de ser privilegio de pocos y pasa a ser derecho de todos. Según Anabella Saks estas propuestas “rompen el estereotipo de la escritura como una actividad “seria e introspectiva”, patrimonio de una minoría, a la que pocos pueden acceder." También Matilde Frías apunta algo en esta dirección al compartir el testimonio de una maestra que encuentra que estos talleres “validan el derecho a la escritura y a la palabra, dejando de lado la actitud del consumidor que repite y copia, dando la oportunidad al niño de que a través del ejercicio escritor manifieste y desarrolle sus competencias comunicativas y literarias”.

La escritura deja de concebirse como una práctica solitaria y se descubre el valor de compartir con otros la experiencia. Si bien es cierto que, como dice Carlos Grassa, la escritura es un acto individual, existe una dimensión social que no podemos desconocer y un aprendizaje importante que se produce en estos talleres es la toma de conciencia del papel de los otros (no sólo el profesor) para avanzar como escritores.

Esta toma de conciencia de la realidad social de la escritura se registra en intervenciones como: aumenta el interés por compartir los propios escritos con los compañeros de grupo; mayor capacidad de escucha y mayor interés en conocer diversos textos; creación de un clima de respeto por el otro; apertura hacia la interacción comunicativa; seguridad para producir y socializar textos, entre otros.

Otro de los aportes es el desarrollo de competencias lingüísticas y literarias tales como la capacidad para producir textos coherentes y cohesionados, la corrección gramatical, la ampliación del vocabulario, la toma de conciencia sobre las particularidades de la lengua escrita, la ruptura de estereotipos, el desarrollo de un estilo, de una “voz” propia y el incremento en la originalidad de los textos.

Un punto interesante sobre el cual varios coinciden es la incidencia de estas propuestas en relación con las prácticas y habilidades lectoras de los estudiantes: “mayor interés por la lectura de obras literarias, desarrollo de criterios personales para la selección de lecturas, criterios para construir opiniones y evaluar obras literarias”;… “quien escribe necesariamente se hace mejor lector en la medida en que se relaciona con el lenguaje escrito de manera más cercana, más artesanal”;… “se aprende a disfrutar la lectura, a encontrarle sentido y a leer con múltiples propósitos: para desencadenar la escritura, para encontrar modelos que alimenten los textos, para tomar conciencia sobre cómo se escribe, para reescribir, para ayudar a otros a mejorar sus textos. Se aprende a leer como escritor, lo cual solo es posible en el marco de auténticas situaciones de escritura”.

http://www.cerlalc.org/Escuela/experiencias/sintesis.pdf


¿Cómo fomentar la creación literaria?

Gianni Rodari. Este escritor, maestro y pedagogo italiano propuso en su libro Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias un tipo de actividades muy motivadoras para trabajar en el aula la creación de los niños. Es considerado como el “pedagogo de la imaginación” dado que consideraba que la imaginación podría cambiar el mundo, ese mundo violento e incoherente que los adultos ofrecemos.
Un ejemplo de esta imaginación llevada a la práctica es el “Binomio fantástico”, esta actividad consiste en pedir a los niños que digan dos palabras, las que ellos quieran. A continuación, el maestro deberá pedir a los niños que realicen una historia con esas dos palabras que han planteado, en la que aparezcan las dos palabras. Aparentemente esas dos palabras no guardarán ninguna relación, no obstante, en la historia podemos hacer que acaben teniéndola.

Creación en prosa.

Primeramente sería conveniente definir qué es la prosa. La prosa es la forma ordinaria del lenguaje, no sometida a las leyes de la versificación ni del ritmo, es la estructura que toma naturalmente el lenguaje para expresar conceptos. Dicha forma no está sujeta a determinadas medidas o cadencias. La prosa es el modo natural que adopta el hablante para comunicarse, es nuestra forma habitual de expresión.

Algunos consejos o estrategias para escribir prosa son:

-Leer en voz alta todo lo que has escrito es un excelente ejercicio que ayuda a descubrir las pausas, flujo, naturalidad y coherencia de las ideas en un relato.

-La aliteración o repetición de algunas palabras, a veces sirven para agregarle más poder a la escritura. Sin embargo, cuando son utilizadas sin cuidado ni medida, pueden leerse juveniles, torpes y embarazosas.

-Mejorar la ortografía. Una mala ortografía denota pereza y generan la mala impresión entre quienes te leen.

-Evitar las oraciones excesivamente complejas o demasiado largas para que el texto no termine resultando confuso e incoherente.

-Evitar el exceso de puntuación (especialmente con las comas). Un texto se lee mejor cuando lleva una puntuación limpia, breve y bien empleada.

-Practicar ejercicios de escritura libre. Muchas veces escribir todo el torrencial de tus ideas y emociones tal y como las sientes, puede ayudar a descubrir tu propio ritmo y estilo.

-Escribir en un lenguaje que evoque sentimientos, proyecten una idea específica, tengan humor, delicadeza, conlleven emociones sutiles y evoquen imágenes nítidas (sin caer en lo cursi y estúpido).

-Familiarízate con sinónimos, antónimos y demás palabras que le den elegancia, inteligencia, profundidad y clase a tu escritura, evitando caer en lo rebuscado.

- Date tiempo para descubrirte. La naturalidad y personalidad de un escritor es lo más importante, el resto vendrá después.
El hecho de practicar ejercicios de escritura libre hace que el propio creador se encuentre bien con lo que está haciendo. Si dejamos que nuestros alumnos realicen sus historias a su ritmo y con la técnica de Gianni Rodari, nuestros alumnos se verán inmersos en una escritura que les satisfará, pues a la hora de escribir nadie soporta la presión y siempre viene bien partir de alguna idea.

Es importante ser fiel a un estilo propio que se manifieste a través de textos que destaquen por su naturalidad y personalidad, conservando la originalidad del autor e intentando no imitar el estilo de otras personas.
Aunque esta idea no debe suponer que se deje de leer a otros autores; pues cuantos más estilos se conozcan, más se desarrollará el espíritu crítico en relación con la literatura y mejor se podrá aplicar aquello que se conoce para no caer en errores observados en otras personas.
http://www.zimbio.com/member/indigo/articles/466789/Consejos+para+escribir+en+prosa
http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001395/139551s.pdf

Creación en verso.

Para escribir en verso debemos tener en cuenta una serie de características que lo diferencian y lo hacen más complejo que la prosa. Esas características especiales crean un ritmo y musicalidad especiales en esta forma de contar las ideas y experiencias del autor.
Tenemos que saber diferenciar entre verso, estrofa y poema. El verso es cada línea de un poema. La estrofa es un conjunto de versos relacionados por la medida y la rima. El poema es toda composición poética que esté formada por versos.
Toda esta composición sería el poema. Cada conjunto de cuatro versos es una estrofa. El verso es cada una de las líneas del poema. Por tanto, diríamos que el poema anterior tiene doce versos y tres estrofas.

Otro aspecto que debemos conocer antes de hacer poesía es la métrica. Dentro de ella encontramos la medida y una serie de normas que la “regulan” o condicionan. Medir un verso consiste en contar sus sílabas, pero también debemos tener en cuenta la sinalefa.
Otro aspecto a tener presente es que, cuando la última palabra del verso es aguda, debemos contar una sílaba más. En cambio si la última palabra del verso es esdrújula, tendremos que restar una sílaba.

Tres elementos que sería bueno nombrar, en relación con la métrica, son la diéresis, la sinéresis y el hiato.

La diéresis es la licencia poética por la que se deshace un diptongo cuando queremos obtener una sílaba más en el verso para lograr una métrica armoniosa. Para indicar dónde hemos producido la diéresis poética, colocamos sobre la vocal correspondiente, que siempre debe ser una vocal débil, los dos puntitos idénticos a la diéresis gramatical.
La sinéresis es justo lo contrario a la diéresis. Se da cuando dos vocales que no forman diptongo normalmente, se pronuncian como si lo formaran, con objeto de restar una sílaba al verso.

El hiato es la licencia poética que hace el efecto contrario a la sinalefa.
Otra característica importante de la poesía es la rima, que consiste en la semejanza entre dos sonidos que se da a partir de la vocal tónica de la última palabra de cada verso. Ésta puede ser asonante o consonante. La rima asonante se da cuando la repetición solo afecta a las vocales. La consonante si se repiten vocales y consonantes en el mismo orden.

Los versos pueden ser de arte menor o mayor. La distinción la encontramos fijándonos en el número de sílabas, siendo los de arte menor los versos con ocho sílabas o menos y, los de arte mayor, los que poseen nueve o más sílabas.

Aunque es importante que tengamos en cuenta todas estas características, debemos dejar que nuestros alumnos se inspiren en un ambiente, tranquilo y relajado, para que puedan expresar todo aquello que sienten. Al principio no tienen que preocuparse por que las poesías salgan perfectas, eso, es imposible, ni siquiera cuando ya tienes experiencia. Lo único que tienen que saber es que el verso les permite expresar, aquellos sentimiento que de otra forma no se atreven o no han sabido hacerlo o incluso de aquellos sentimientos que ni siquiera se habían dado cuenta hasta que se han puesto a realizar una poesía.

http://roble.pntic.mec.es/msanto1/lengua/proverso.htm#m1

Creación dramática.

La obra dramática posee una estructura especial, está construida en forma particular y propia. Está dividida en actos, que normalmente son tres y sirven para separar los momentos dentro de la historia. En cada acto se presenta una especie de capítulo distinto, que nos muestra cómo va desarrollándose la historia. Dentro de cada acto pueden encontrarse distintos cuadros. El cuadro se genera cuando hay un cambio de escenografía, cuando el lugar donde se desarrolla la acción es distinto. Si la acción se está desarrollando en un parque y, continúa en el interior de una casa, ha comenzado un nuevo cuadro, hemos hecho un cambio de cuadro. Otra división dentro de los actos son las escenas, que comienzan o terminan cuando un personaje entra o sale del escenario. Todas estas divisiones no son obligatorias, no tienen por qué aparecer en todas las obras dramáticas. Hay obras escritas en un solo acto o autores que no marcan los diferentes cuadros o escenas de sus obras. Hacer estas divisiones en las obras tienen por objeto ayudar al posible director de la obra teatral, al igual que a los actores. Es a éstos a los que les servirán como guía para cuando realice el montaje de la obra dramática. En las que no lo tienen, el director debe inferir en qué momentos hay cambios de cuadro y escenas.

El lenguaje es otro de los elementos importantes que debemos tener en cuenta en la creación de una obra dramática. El lenguaje puede ser muy variado y, dependiendo del objetivo que queramos cumplir, será de una manera o de otra. Dentro del lenguaje podemos hacer alusión al parlamento, éste consiste en las conversaciones que mantienen en escena los diferentes personajes entre sí, o dirigiéndose al público, es en definitiva, lo que los personajes dicen. Este parlamento puede, efectivamente, consistir en un diálogo o mediante un monólogo, en el que el personaje habla para sí mismo en voz alta. Otro recurso es el “aparte”, en el que un personaje habla como pensando que los demás no lo escuchan, es como si hablara únicamente para el público y el resto de personajes no le pudiera oír. Éstas también son denominadas convenciones teatrales.

http://www.teatro.meti2.com.ar/dramaturgia/tecnica/estructuradramatica/estructuradramatica.htm

En conclusión es importante desear realizar un texto literario y ser capaz de disfrutar en el proceso de realización; teniendo muy claros aquellos motivos y objetivos que impulsan a sumergirse en la creación literaria y sabiendo hacia quién va dirigido el texto que se va a crear.

Será también esencial el hecho de no abandonar durante largos periodos de tiempo la creación literaria y desarrollar la actividad en un ambiente apropiado que aporte inspiración y una comodidad relativa.

Pero lo más importante es no cargar a nuestros alumnos de una presión innecesaria en relación al tiempo que debe suponer el proceso de creación o a la extensión del texto. Si les podemos aconsejar que repasen aquello que han escrito, para ver si les gusta como ha quedado o quieren corregir ciertas cosas, pero lo más importante es que vean la creación literaria en cualquier tipo de género, como algo divertido y ameno, son lo que pueden expresar, pensamientos, emociones y sentimientos.


Tenemos que motivarles a que escriban, que escriban aquello que les causa inquietud o les fascina. Tenemos que hacerles ver que la creación literaria, nos permite ser libres para crear cualquier cosa que nos propongamos o que se nos ocurra.

También se puede crear, como ya existe en multitud de centros, un blog en el que el profesor cuelgue las actividades de creación literaria de los alumnos; pues siempre se verán mucho más motivados a escribir si tienen la posibilidad de poder enseñar sus propias obras de arte y que además puedan ser compartidas con el resto de sus compañeros.

Así, podríamos emplear multitud de estrategias para llevar a cabo actividades de creación literaria dentro del aula; como por ejemplo la creación a través del binomio fantástico en el que, a partir de dos palabras que no tienen nada que ver, se crea una historia o haciendo un juego en el que se reparta a cada niño una letra con la que deberán formar palabras para, posteriormente, narrar historias con las palabras resultantes.



Por otra parte, no debemos olvidar aquella hipótesis fantástica a partir de la que nuestros alumnos podrán realizar sus creaciones literarias pensando siempre en “aquello que pasaría si…” o la realización de juegos consistentes en mezclar palabras de diferentes textos para conseguir divertidas historias o sucesos absurdos que provoquen la risa y un sentimiento de diversión y placer.

1 comentario:

  1. Bueno... ahora borra todo eso de las sinalefas y las medidas y los encorsetamientos de la forma en los tres géneros porque eso es apropiado para secundaria pero no para primaria... y estará perfecto.

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